Richard Sweet delinea las características de los modelos más exitosos de orientación vocacional a jóvenes de enseñanza media.
PAMELA ELGUEDA T.

Los siete años que trabajó como analista jefe de la Dirección de Educación de la OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) le permitieron a Richard Sweet conocer las experiencias más exitosas de “aprendizaje a través de la vida”.Un concepto que, según aclara, no sólo se refiere a la necesaria capacitación profesional permanente, sino también a incorporar la destreza de gestionar el propio aprendizaje a lo largo de la vida. Eso, en la práctica, significa “los jóvenes deben aprender a gestionar su propio aprendizaje”, para lo cual se deben instalar estructuras estatales que apoyen la transición entre el colegio, los estudios superiores y el trabajo.”He estudiado países que tienen sistemas escolares con las transiciones educación-trabajo más exitosas. Tres de esos países son Dinamarca, Noruega y Japón”, explica.-¿Cuáles son los principales rasgos de esos países?”Lo primero es que el foco de su política está en los quintiles de ingreso más bajos. Segundo, motivan a los jóvenes mostrándoles el vínculo entre sus esfuerzos para estudiar y su futuro. Eso supone acercar el mundo del trabajo al de la escuela.-¿Ese vínculo cómo se da?”Desde muy temprano deberían enseñarse destrezas a los jóvenes que les permitan entender su entorno y desarrollar habilidades para tomar decisiones. Otro aspecto importante es que ellos pasen tiempo en empresas: usualmente los jóvenes en estos países desde muy chicos entienden bien el mundo del trabajo, qué es una empresa, cómo toman las decisiones ahí, cómo deben desenvolverse ahí.-Para eso, ¿qué debe pasar?”En esos países, las transiciones de la educación secundaria al mundo del trabajo dependen mucho del éxito con que se experimentó la elección del programa que iban a seguir, que en el caso de Chile es el científico-humanista. Si el muchacho desarrolló las destrezas para tomar la mejor decisión y tiene opciones de programas que sean realmente atractivos para él, lo más probable es que cuando vaya hacia el mundo del trabajo se maneje bien.-¿Esos programas son de la educación superior o de la secundaria?”De ambas, porque lo más importante es que si una persona es buena en algo y le interesa, pueda encontrar donde desempeñar ese interés curricularmente. Para eso los países han desarrollado programas vocacionales, en que los jóvenes pueden pasar un tiempo en el lugar de trabajo y otro en el colegio. En Dinamarca, les pagan un salario menor porque refleja los conocimientos que tienen y que están aprendiendo. En otros, es parte del currículo escolar y les ponen nota según la calidad de su trabajo.-¿El empleador recibe algún beneficio por dar trabajo a estos jóvenes?”La respuesta más simple es no. Lo más importante es que a futuro él podrá contratar trabajadores motivados y con habilidades para el trabajo. Y se debe dar tiempo a los profesores para que visiten a sus alumnos, los asistan y chequeen lo que han aprendido.-La preocupación por los más débiles ¿en qué se traduce?”En que en esos países se aseguran de que los jóvenes terminen la educación secundaria”.RICHARD SWEETActualmente es consultor independiente de educación.Durante siete años y hasta junio de 2005 trabajó como analista jefe de la Dirección de Educación de la OECD.

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