A pesar de los esfuerzos que se han diseñado para apoyar a las escuelas a través de las políticas públicas, de los mayores recursos destinados al sector y de los mejoramientos materiales implementados, el sistema escolar no logra alcanzar los niveles satisfactorios que todos esperamos. 

Despite the efforts that have been designed to support schools through public policies, the greater resources allocated to the sector and the material improvements implemented, the school system fails to reach the satisfactory levels we all expect.

La Agencia de la Calidad de la Educación evalúa, informa y orienta a las escuelas y al sistema educacional con el propósito de contribuir al mejoramiento de la calidad y la equidad de los aprendizajes de todos los estudiantes del país. En este sentido, el Primer Estudio Nacional de Lectura 2017 realizado en los segundos básicos y dado a conocer recientemente, entrega información valiosa para que quienes diseñan la política pública, puedan formular los apoyos necesarios a las comunidades escolares y brindar así una serie de recomendaciones orientadoras que pueden ser consideradas por los establecimientos educacionales para asegurar los aprendizajes esperados en este nivel educativo. 
Los resultados no son satisfactorios, porque evidencian un estancamiento generalizado en relación a los aprendizajes esperados para los estudiantes en este nivel: no logran superar el 50% en el nivel de aprendizaje adecuado, las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres y la estratificación entre los niveles socioeconómicos mantienen una referencia casi proporcional. Estos resultados no son muy diferentes a los alcanzados por los estudiantes en mediciones de otras competencias o niveles superiores. A pesar de los esfuerzos que se han diseñado para apoyar a las escuelas a través de las políticas públicas, de los mayores recursos destinados al sector y de los mejoramientos materiales implementados, el sistema escolar no logra alcanzar los niveles satisfactorios que todos esperamos. 
Sin embargo, este estudio nos entrega algunos elementos que debiéramos incorporar tanto en los diseños de política educativa como en las estrategias que los establecimientos escolares deberán implementar para comenzar a superar las anteriores debilidades. En efecto, entre las variables asociadas a los buenos resultados está en primer lugar la exposición temprana a los ambientes escolarizados, es decir, cuando los niños y niñas han asistido a la educación parvularia logran mejores resultados académicos en todos los niveles socioeconómicos. Además, cuando en este nivel se trabajan las habilidades prelectoras, como reconocer letras y palabras o han estado expuestos a prácticas de lectura tanto en el hogar como en la escuela, estos logran desarrollar trayectorias significativamente mejores. Luego, cuando en la escuela tienen profesores con formación destacada, se implementan programas especiales de promoción de la lectura y existe una buena relación entre estudiantes y profesores, los efectos en los resultados de los estudiantes impactan positivamente hasta ocho años después. 
La escuela es la institución más significativa para los estudiantes, especialmente para aquellos que provienen de hogares más vulnerables. En este sentido, el liderazgo de los directivos para movilizar a su comunidad y a todos sus integrantes es fundamental para diseñar estrategias efectivas, pero también para crear las capacidades institucionales que permitan tomar decisiones acertadas e innovadoras, que promuevan la colaboración y el desarrollo profesional de los docentes, y establezcan una relación armoniosa con los padres, incorporándolos como aliados privilegiados para promover una cultura de altas expectativas en los estudiantes.
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