El simple hecho de que el líder de una escuela fije objetivos de aprendizaje hace que, al primer año, un colegio suba 4,1 puntos en el test nacional. Incluso un buen director puede mitigar el efecto negativo en los aprendizajes de factores como el menor nivel socioeconómico.
El trabajo del director tiene incidencia directa sobre los aprendizajes de los alumnos, sobre todo en los sectores más vulnerables. Ésa es la conclusión a la que llega una investigación del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía de la U. de Chile.El estudio concluye que los colegios donde los directores acuerdan metas anuales concretas de logro de aprendizajes con los docentes tienen entre 5 y 7 puntos más en el Simce que aquellos que no lo hacen. Además, se aprecia que el implementar esta forma de trabajo lleva a que los colegios municipales suban 4,11 puntos en el Simce en un año.Asignatura pendiente”Puede parecer un efecto menor, pero equivale al impacto que tiene en el Simce la introducción de tecnología en los colegios y al efecto que tendría un aumento de tres años en la escolaridad de las madres de los alumnos”, ilustra Paola Sevilla, una de las investigadoras del equipo, también compuesto por David Bravo y Leslie Miranda.Para hacer el análisis -el primero que aborda el tema con una muesta tan amplia-, compararon los datos de los 763 colegios que postularon en 2007 a la Asignación de Desempeño Colectivo, versus aquellos que no lo hicieron. Dicha asignación es un estímulo económico que da el Mineduc a los directivos que se proponen metas anuales y logran cumplirlas.El resultado es prometedor. “Acá medimos sólo el impacto de fijar metas. Si viéramos el efecto de un director que observa clases o participa en el diseño curricular, quizás habría mayores mejoras”, dice Sevilla. La escuela República Checa de Peñaflor es un ejemplo de ello. Apoyada por una asesoría de la U. Central, la directora Ana María Leiva cuenta que ha empezado a jugar un rol más activo en la gestión de aprendizajes: observa clases, fija metas anuales y tiene constantes conversaciones con los docentes. El efecto en el Simce ha sido claro: de 220 puntos hace cinco años, hoy está cerca de los 260.”En el concepto tradicional, los directores se desentendían del liderazgo pedagógico y se ocupaban sólo de los aspectos administrativos. Pero hoy la visión es que el profesor se involucre en lo pedagógico”, explica Liliana Mayorga, académica de la Facultad de Educación de la U. Central y coordinadora de las asesorías, que hoy llegan a 28 colegios de la provincia de Talagante y la comuna de La Granja.”El tema de los directores es una asignatura pendiente dentro de las políticas educacionales”, sentencia José Weinstein, gerente del Área Educación de Fundación Chile. Plantea que el sistema no ofrece incentivos para atraer y mantener a los buenos líderes escolares.Es que en Chile un director de una escuela municipal o subvencionada no tiene un sueldo muy diferente al de un docente de aula. Y en el caso del sector público, tampoco tiene atribuciones para gestionar con libertad su establecimiento. Por ejemplo, no puede escoger a sus profesores.A lo anterior se suma que no tienen las oportunidades de perfeccionamiento adecuadas para la gestión de los aprendizajes. En su mayoría, sólo han hecho cursos de gestión administrativa.Eso lleva a que las municipalidades tengan dificultades para encontrar buenos directivos cuando llaman a concurso. “El perfil que buscamos es de un director que sepa conducir procesos educativos, y eso parece ser bastante escaso”, dice Raúl Ortiz, jefe de Educación de Copiapó, ciudad que este año abrió un concurso para 25 puestos directivos.Aun así, los expertos son optimistas hacia adelante. “Es mucho más fácil introducir políticas públicas que apoyen el trabajo de los 8 mil directivos que hay en Chile, que de los 140 mil profesores”, dice Weinstein.Consejos para mejorarEn su informe “Improving school leadership 2008”, la OCDE, que reúne a los países desarrollados, entrega diferentes recomendaciones para elevar el nivel de los directores de colegios. La primera de ellas: darles más autonomía de trabajo y apoyo para que fijen metas, administren los recursos humanos, colaboren con otras escuelas y fomenten la calidad docente. Otra propuesta es brindarles a estos líderes mayores instancias de capacitación.Y otro consejo relevante es que el ser director de colegio se convierta en una profesión atractiva, profesionalizando la selección de directivos, mejorando sus sueldos y dándoles más oportunidades de hacer carrera y perfeccionarse.
El trabajo del director tiene incidencia directa sobre los aprendizajes de los alumnos, sobre todo en los sectores más vulnerables. Ésa es la conclusión a la que llega una investigación del Centro de Microdatos de la Facultad de Economía de la U. de Chile.El estudio concluye que los colegios donde los directores acuerdan metas anuales concretas de logro de aprendizajes con los docentes tienen entre 5 y 7 puntos más en el Simce que aquellos que no lo hacen. Además, se aprecia que el implementar esta forma de trabajo lleva a que los colegios municipales suban 4,11 puntos en el Simce en un año.Asignatura pendiente”Puede parecer un efecto menor, pero equivale al impacto que tiene en el Simce la introducción de tecnología en los colegios y al efecto que tendría un aumento de tres años en la escolaridad de las madres de los alumnos”, ilustra Paola Sevilla, una de las investigadoras del equipo, también compuesto por David Bravo y Leslie Miranda.Para hacer el análisis -el primero que aborda el tema con una muesta tan amplia-, compararon los datos de los 763 colegios que postularon en 2007 a la Asignación de Desempeño Colectivo, versus aquellos que no lo hicieron. Dicha asignación es un estímulo económico que da el Mineduc a los directivos que se proponen metas anuales y logran cumplirlas.El resultado es prometedor. “Acá medimos sólo el impacto de fijar metas. Si viéramos el efecto de un director que observa clases o participa en el diseño curricular, quizás habría mayores mejoras”, dice Sevilla. La escuela República Checa de Peñaflor es un ejemplo de ello. Apoyada por una asesoría de la U. Central, la directora Ana María Leiva cuenta que ha empezado a jugar un rol más activo en la gestión de aprendizajes: observa clases, fija metas anuales y tiene constantes conversaciones con los docentes. El efecto en el Simce ha sido claro: de 220 puntos hace cinco años, hoy está cerca de los 260.”En el concepto tradicional, los directores se desentendían del liderazgo pedagógico y se ocupaban sólo de los aspectos administrativos. Pero hoy la visión es que el profesor se involucre en lo pedagógico”, explica Liliana Mayorga, académica de la Facultad de Educación de la U. Central y coordinadora de las asesorías, que hoy llegan a 28 colegios de la provincia de Talagante y la comuna de La Granja.”El tema de los directores es una asignatura pendiente dentro de las políticas educacionales”, sentencia José Weinstein, gerente del Área Educación de Fundación Chile. Plantea que el sistema no ofrece incentivos para atraer y mantener a los buenos líderes escolares.Es que en Chile un director de una escuela municipal o subvencionada no tiene un sueldo muy diferente al de un docente de aula. Y en el caso del sector público, tampoco tiene atribuciones para gestionar con libertad su establecimiento. Por ejemplo, no puede escoger a sus profesores.A lo anterior se suma que no tienen las oportunidades de perfeccionamiento adecuadas para la gestión de los aprendizajes. En su mayoría, sólo han hecho cursos de gestión administrativa.Eso lleva a que las municipalidades tengan dificultades para encontrar buenos directivos cuando llaman a concurso. “El perfil que buscamos es de un director que sepa conducir procesos educativos, y eso parece ser bastante escaso”, dice Raúl Ortiz, jefe de Educación de Copiapó, ciudad que este año abrió un concurso para 25 puestos directivos.Aun así, los expertos son optimistas hacia adelante. “Es mucho más fácil introducir políticas públicas que apoyen el trabajo de los 8 mil directivos que hay en Chile, que de los 140 mil profesores”, dice Weinstein.Consejos para mejorarEn su informe “Improving school leadership 2008”, la OCDE, que reúne a los países desarrollados, entrega diferentes recomendaciones para elevar el nivel de los directores de colegios. La primera de ellas: darles más autonomía de trabajo y apoyo para que fijen metas, administren los recursos humanos, colaboren con otras escuelas y fomenten la calidad docente. Otra propuesta es brindarles a estos líderes mayores instancias de capacitación.Y otro consejo relevante es que el ser director de colegio se convierta en una profesión atractiva, profesionalizando la selección de directivos, mejorando sus sueldos y dándoles más oportunidades de hacer carrera y perfeccionarse.
EL FACTOR OLVIDADO
“El director tiene que ser un maestro de maestros, un referente para los docentes del establecimiento. Un liderazgo centrado en lo pedagógico, que ponga como centro la mejora de los aprendizajes”. M. PAOLA SEVILLA Directora ejecutiva del Centro de Microdatos, U. de Chile
“Esta es una diferencia clave entre escuelas particulares y municipales. Las primeras tienen más claro lo necesarios que son los buenos directores, son mejor pagados y tienen más atribuciones”. JOSÉ WEINSTEIN Gerente del Área Educación de la Fundación Chile
“Muchos directivos sienten que no pueden cambiar las cosas. También les cuesta trabajar en forma colaborativa, en equipo, y constituir redes con los demás colegios de su comuna”. LILIANA MAYORGA. Académica de la Universidad Central.
EN CIFRAS
7.137 directores hay en los colegios municipales y subvencionados, según un estudio de este año de la U. Alberto Hurtado.62,3% de los directores de colegios municipales son hombres.En los particulares subvencionados ellas se imponen con un 64,5%.55,9 años es la edad promedio de los directores del sector municipal. En el subvencionado, la media baja a 49,3.86% de los directores se ha capacitado en temas administrativos.Sólo el 5,9% lo ha hecho en orientación y el 1,5% en currículo.72% del tiempo los directores lo ocupan en gestión administrativa. Sólo le dedican el 28% de su tiempo a la gestión pedagógica, según un estudio Simce de 2001.$20.454 por hora gana un director de colegio particular. Un 38% más que en un colegio municipal, según la Encuesta Longitudinal Docente 2005.30% más que un profesor de aula gana, en promedio, un director del sistema municipal. En el sistema subvencionado la diferencia es de 20% y en el particular llega al 64%.”Los liderazgos efectivos son esenciales para mejorar la eficiencia y la equidad en las escuelas. Contribuyen a mejorar los aprendizajes, porque modelan las condiciones en las que ocurren”. Informe “Improving school leadership” (OCDE, 2008)http://diario.elmercurio.com/2008/09/15/educacion/_portada/noticias/DFB2B095-B9DA-4D2E-AE7A-0962E191874F.htm?id={DFB2B095-B9DA-4D2E-AE7A-0962E191874F}